Luego de 4 meses de viaje, he regresado a Vancouver. No a mi casa porque sigue en escombros, pero al menos a Canadá, el país que hace 22 años elegí como mi nuevo hogar.
Entre lavado y lavado, mientras ordenaba mi ropa, me detuve a mirar fotos del viaje. Cuando de pronto tuve una epifanía; cada fotos que he tomado, mirada con atención, es una perla de sabiduría.
¡Imagínate descubrir que tanta sabiduría siempre estuvo en mi teléfono y no me había dado cuenta!
- Que tan solo depende de ser humilde y creernos esa verdad universal simple y difícil de aceptar: Realmente no sabemos nada.
- Que al detenernos a observar lo que nos rodea podemos aprender de cada lugar, experiencia y/o persona con la que interactuamos.
- Que es importante mantener la curiosidad y el interés para seguir aprendiendo cosas nuevas todo el tiempo.
- Que podemos aprender de todo tipo de personas; no importa si son más o menos educadas, mayores o niños. Todos saben algo que nosotros no sabemos.
- Que no estar apegado a bienes materiales, personas y lugares da una libertad inmensurable.
El viaje ha terminado e infinidad de perlas se han quedado conmigo para siempre.
Hoy no lamento las cosas que no compré, pero si los lugares que no aprecie y las personas que no me detuve a conocer.
“La sabiduría es ser un eterno buscador y un humilde coleccionistas de perlas de sabiduría en cada persona.
Así podremos crear la sabiduría propia y luego compartirla con los demás .”